Covid 19, Julio 31 2020 - 135 días de habitos y normas

Si me preguntaras si tengo miedo o creo absolutamente en la realidad que pintan los medios del Covid 19, te diría que no.

Más bien toda está nueva realidad ha creado interrogantes y frustraciones, sobre todo con las medidas que nuestros gobernantes han implantado en nuestras vidas diarias, dirigidos por instituciones que están por fuera de nuestras costumbres y realidad de nuestras sociedades. Somos como fumadores de segunda mano, a los que nos han regalado este  sedentarismo, prohibición de actividades, anti-socialismo y matando los hábitos que nos llenaban de endorfinas para poder llenar y realizar las tareas de una vida normal del Siglo 21. 


¿Y qué es normal ultimamente? Comienzan mis desacuerdos. Evitaré hablar de temas como del poder o del abuso del mismo, que son temas que por estos días parecen ser de mayor importancía y mas bien me concentraré en el hecho de que parece que a la gran mayoría pareciera no importarle las consecuencias de nuestra nueva normal. Consensuamos por default que no somos capaces de entender viruses, enfermedades y de nuestra propia salud hasta en terminos básicos. La terminología es complicada, la cadena de nombres de expertos es extensa y las infinitas fuentes de información que agrandan la polarización de mi mente y todo hace que no entienda completamente el tema. Además son mas bien temas para un entendor de gráficos, números y estadisticas; y que importancia tiene si mi enfoco es priorizar mi sobrevivencia y la de mis queridos para estár preocupado por cosas que no entiendo enteramente y prefiero que lo mastique un bocero de mi elección ordenando lo que tengo que hacer. 


Estamos vencidos en estar en desacuerdo de que esta es la única normal, la única mejor solución ocultándonos del gran panorama y del deterioro de una vida activa, plena y sana mentalmente como para que el resto del cuerpo pueda funcionar de forma correcta y producir todos sus anticuerpos correctamente, sus vitaminas y hormonas que necesitamos para poder defendernos contra de los mismos  viruses y bacterias a las que le estamos huyendo. Hay que tener una vida expuesta a la salud y no exponerse a la salud que viene en forma de jeringa, pastillas para todo, procedimientos medicos intrusivos y opiates para los males. Estás no son soluciones. 


Yo, esté don nadie pero ser humano en este planeta al fin acabo, pienso que es mas importante invertir todo el dinero que se ha invertido y se invertirá, en mejorar y cambiar los hábitos dañinos que están invadiendo nuestras vidas, nos tiene infectados de obesidad, problemas cardiacos, adictos a un sistemas de control y adicción a las razones equivocadas, inyectándonos soluciones para medicar los síntomas y no sus causas. Deberían ellos, los que dictan ahora nuestras vidas, estar invirtiendo más bien toda esta energía, esos esfuerzos tan angustiantes en entidades gobunementales e incentivos a compañías privadas para que comencemos a ver un movimiento y programas de mejoramiento corporal y mental, de construcción de civismo, educación y fomentar aquellas actividades que solos nos va a traer una sociedad fuerte, motivada, consciente y especialmente más saludables como virtuosos.  




Tengo mas bien miedo a que estamos cuando globalismo en las ideas erroneas, noticiando esfuerzos equivocados y negativos de un virus mortal que ha sacudido nuestras vidas todo este tiempo. Creo que es tiempo de repensar esas ideas y esfuerzos realizados, mirar y comparar los datos en las estadísticas sobre mortandad y riesgos, para darnos cuenta que el indice no fue tan alto y tan abrasivo como pensamos que sería en la categoría de pandemia. 


La realidad es que la vida es un momentico y si hay que preservarla. Por eso no hay que olvidarnos de que para morir solamente hace falta estar vivo. Vivo con los hábitos actuales, con las reglas y restricciones de oxigenación apropiada del cuerpo y cerebro, falta de vitaminas y defensas diarias que nuestros cuerpos adquieren cuando son estimulados por estar en contacto con nuestro mundo exterior. Mientras tanto buscamos es refugio de los momentos que se nos da en el presente para poder defendernos de invasiones y enfermedades a estás eventualidades que dan las condiciones exactas para la proliferación de estos nuevos viruses y enfermedades. Ya no es la vida suficientemente dura. Perdemos la falta de la correcta secreción de hormonas y motivaciónes necesarias para continuar siendo una sociedad y no convertirnos en aquel animal que espera engordando que aquel día llegue.




Que contradictorio sería estar incrementando todo tipo de complicaciones que conllevan este nuevo ritmo de vida al estar resguardando la misma salud. Resguardamos nuestra existencia, esperando el mensaje anhelado que será promovido por nuestros medios favoritos en los mismos que buscamos respuestas. Miramos arriba y otros abajo buscando güiansa y otros esperanza. En pura fe estamos caminando por la cicatriz que marcara nuestras costumbres, creencias y de la experiencia de ser los animales sociables que somos. Cada vez solidificamos mas la individualización, favoreciendo y procesando las transacciones que mantenien un sistema que nos convierte en nada mas y nada menos que en un 1 y un 0, ambos bandos bajo un mismo sentimiento y pensamiento. 


Es feo tener q tener que sentarme a mirar por la ventana de mi celular, y ver como la ola de ideas va y viene. Más horrible es la realización de tengo permitido ser ciudadano, un ser humano, un planetario, en el día que sin tener mas opción, decidí nacer para volverme un numero de identificación. 


Solamente me queda es una vez más sentarme a pensar. ¿Hasta cuándo?

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